FELIZ NAVIDAD 

El coaching de Campofrío.

De la campaña publicitaria de Campofrío podemos sacar muchas lecturas, una estupenda campaña de marketing para vender sus jamones y embutidos que desde hace varios años siguen acertando y además de una gran actuación de Fofito que borda su personaje a la perfección, así como el elenco de actores, artistas y periodistas que salen en el  anuncio.  Intenta dar también una gran dosis de moral a la población que ve que el país no termina de levantar cabeza con la imposición de recortes desde Europa, y que muchos jóvenes y no tan jóvenes emigran sin remedio a otros países de nuestro entorno o fuera de él - la generación mejor preparada de la historia, lo dudo, "pero volveremos" añade otra chica que arrastra una maleta como yéndose a no se dónde, puede ser pero muchos se terminarán quedando-.

La ocurrencia de mandar un chorizo a la agencia Moody's me parece genial y debería de tener un doble sentido, también un pavo a "La Merckel", y un jamón al FMI.  ¿Y a nuestros políticos que siguen los dictados de los Tratados Europeos firmados años atrás y cuyas consecuencias estamos viviendo ahora, nada? para ellos carbón del bueno, de Asturias por lo menos. Y a los banqueros una pareja de la guardia civil. 

En cuanto a lo demás efectivamente tenemos un Curriculum Vitae envidiable que para sí quisieran Irlanda, Dinamarca o Noruega.  Eso sí, eso de escribirlo en una máquina de escribir, se ha quedado bastante anticuado. 

Ordenamiento de Alcalá de 1348.

Durante la Edad Media y durante el Antiguo Régimen la Cortes de Castilla era la institución estamental de la Corona de Castilla y de León  que dividida en tres estamentos: nobleza, eclesiástica y común - campesinado, burguesía,  artesanos, mercaderes y comerciantes urbanos- y el propio monarca que las convocaba y las presidía. 
Las Cortes se convocaban para la jura del príncipe heredero viviendo todavía el padre,  la jura por parte del nuevo monarca, resolver problemas de sucesión de la monarquía,  declarar guerras, firmas de paz, subida de impuestos, impartir justicia, etc.

Entretanto en la Edad Media y parte de la Moderna debido a la itinerancia de la Corte sin tener una residencia fija hasta el siglo XVI y aún con ciertas excepciones hasta el siglo siguiente que se asentarían única en la capital del Reino, éstas se fueron celebrando en aquellas ciudades donde se asentara la comitiva real.

En Alcalá a lo largo del siglo XII tienen lugar dos celebraciones de las Cortes de Castilla, la primera en 1345 y la segunda y más reseñable la que viene explicada a continuación:

En 1348 tuvo lugar en Alcalá de Henares la celebración de las Cortes de Castilla y de León presididas por el rey Alfonso IX cuyo fin principal fue la de unificar en un solo cuerpo normativo todas las legislaciones dispersas por todo el territorio castellano y de esta manera aumentar el poder monárquico.
Dichas Cortes dieron lugar al Ordenamiento de Alcalá que contenía en su conjunto 131 leyes repartidas en 6  títulos y que se aplicó  en las zonas con fueros locales. Sin embargo los nobles siguieron disfrutando de sus privilegios fiscales y judiciales además de conservar sus tierras. De esta forma desde ese momento y en adelante se distinguirán en el Reino de Castilla dos tipos de tierras: las de realengo de jurisdicción de la Corona y los señoríos que pertenecerán a la clase señorial ya sea
nobleza laica o eclesiástica.

Correspondía al rey administrar justicia reunido con sus asesores pudiendo delegar en ellos de modo que estos juzgaran en su nombre. Estos cargos se denominarán oidores pues oyen las versiones de los hechos de todas las partes implicadas antes de dictar sentencia. Es decir, son jueces que se constituyen en lo que desde ese momento en los nuevos órganos denominados Audiencias.

El Ordenamiento de Alcalá tuvo una dilatadísima vigencia, siendo recopilado durante los siglos siguientes durante la Edad Moderna e incluso hasta las primeras Constituciones del siglo XIX y en algunos aspectos hasta la promulgación del Código Civil en 1889.

De vuelta a Alcalà de Henares

En las orillas del Padre Henares, adentrándonos en el fértil valle rodeado de montes alargados y de pronunciados cañones. Se encuentra la histórica y simpar ciudad de Alcalá de Henares, cuna del Humanismo hispano, del Félix de los Ingenios el gran Miguel de Cervantes, y del último presidente de la II República, don Manuel Azaña.

Ciudad de esplendorosa historia, luz de la cultura, sede de la Universidad que fundara el cardenal arzobispo Fray Francisco Jimenez de Cisneros en 1499 cuyos restos se encuentran en la Iglesia Catedral Magistral y su sepulcro en la capilla universitaria de San Ildefonso.  

Alcalá de Henares, renombre de santos mártires como San Justo y San Pastor martirizados en el siglo IV de nuestra era y cuyos restos se veneran en una urna de plata en la Cripta catedralicia, de San Diego, fraile franciscano cuyos milagros en vida como después de muerto fueron causa de su canonización y cuyo cuerpo incorrupto se halla también su capilla en la misma catedral, San Félix de Alcalá y tantos otros. 

Ikesacom Combouto carpentana y celtíbera, la mítica Iplacea griega, la Complutum romana, la Alqal'a Nahar árabe, el Burgo de Santiuste, la Villa de Alcalá, la ciudad de Alcalá de Henares. 

Y aquí me hallo, de vuelta de Manchester, la ciudad que vió nacer la Revolución Industrial y el primer ferrocarril, vuelvo a España, tierras castellanas, austeras y secas. Y en las cercanías de Madrid capital del reino, me reubico otra vez en la Ciudad del Saber, en Alcalá de Henares.

Y puesto que en Alcalá ahora vivo, al igual que hice en Manchester, promocionaré también los rincones de esta bella ciudad Patrimonio de la Humanidad. Así sea.